Según el documento, hay un 34% de la gente a la que no le alcanza lo que gana para vivir, aún cuando el salario mínimo sea el más alto de la región.
A diferencia de la crisis del 2002, se ha protegido especialmente al sector financiero, con la diferencia que los que vivimos en Uruguay no vivimos dentro de un banco, sino en la calle.
Había unas 13.000 personas rodeando el estrado según la policía de Durazno.
Dentro de las medidas económicas sobresalen la necesidad de un presupuesto para el próximo quinquenio, reducir directorios y eliminar la inamovilidad, eliminar dependencias como Pluna, sacar de circulación la mitad de los vehículos oficiales, modificar la Ley de Biocombustibles; obligar a que empresas privadas y capitales públicos sean controlados por el Estado; transparentar los gastos; respetar los montos de licitaciones; revisar sueldos y partidas extras de legisladores y cargos de confianza y terminar con privilegios que incluyen las partidas de prensa.
En cuanto a las medidas sobre seguridad se destacó la necesidad de separar la Fiscalía General de la Nación de la Presidencia de la República; volver a la policía de cercanía de ámbitos rurales; prevenir en rutas nacionales y departamentales y dejar sin efecto el Nuevo Código del Proceso Penal.
Antes había intervenido el periodista Gerardo Sotelo asegurando que nuevamente el clima actual es de intolerancia e incomprensión.
El orador aludió varias veces a la intolerancia reinante, se preguntó por la indiferencia no sólo de sectores vinculados al gobierno, sino también de particulares y dirigentes gremiales, y destacó la honestidad de la mayoría de los actores políticos.
(Ver texto completo de la proclama en nuestra edición web)